A fuego lento
Fecha: 20/12/2023
Treinta años después de su llamativo debut con El olor de la papaya verde, el director vietnamita afincado en Francia Tran Anh Hung vuelve a un cine que apela directamente a los sentidos a través del romance entre un célebre gourmet del siglo XIX, Dodin Bouffant (Benoît Magimel), y su cocinera Eugénie (Juliette Binoche) que es también una declaración de amor al arte culinario, la cocina como forma de cuidado y un homenaje al rico patrimonio gastronómico francés. Y lo hace con una elegante puesta en escena, tan preciosista como alejada de los pliegues afilados de sus primeras propuestas, recompensada con el premio a la Mejor Dirección en el pasado festival de Cannes. Mucho más académico, pero también más sabio, el autor deslumbra con el ritmo y su cautivadora atención al detalle en la media hora inicial; una larga secuencia de cocina en la que Dodin, Eugénie y sus dos jóvenes sirvientas preparan un almuerzo casi sin palabras y filmada con una coreografía de largos planos y una cámara que solo se inmiscuye cuando desea mostrar detalles de la comida. Toda la liturgia ritual que rige lo culinario está plasmada en este primer acto con bellas imágenes que se pueden olfatear y saborear.
A través de un guion minimalista que explica poco sobre el trasfondo de sus personajes, con escasas sorpresas y un conflicto previamente anunciado, la película desarrolla la relación entre los maduros amantes –guiada por el respeto y la admiración que ambos se profesan– y que culmina en una conmovedora secuencia en la que Dodin prepara la comida para su ayudante trágicamente enferma: un menú preparado en silencio para trasmitir sus sentimientos a la persona que ama (y con la que ama las mismas cosas). Todo este romanticismo otoñal se beneficia de la química entre sus dos protagonistas y la luz dorada del director de fotografía Jonathan Ricquebourg, que filma con intenso esteticismo la comida como pocos lo han hecho antes. Con ritmo lento, pero metódico como exige la preparación de algunos platos, y un diseño de sonido que amplifica cada chisporroteo, cada ebullición, cada suspiro… la película va encontrando su forma de transmitir sensualidad y expresar lo sensorial a través de imágenes y sonidos.
